raphaella

miércoles, 6 de febrero de 2008

Levantarme a las 5 de la mañana nunca fue la mejor forma de comenzar un día. Mas, hoy no tuve opción. Estaba soñando con qué sabe dios (dios no sabrá, pero yo sí) cuando en sueños escuché la voz de mi hermana llamándome: la fuente estaba rota. Habiéndome imaginado que aquel momento sería como me lo habían vendido las películas (mi hermana gritando por las contracciones y todos caminando en cámara rápida), el espectáculo me resultó un poco decepcionante. Resulta que ni siquiera pude usarlo como pretexto para no ir a esa entrevista de trabajo a la que no quería ir, tan solo tuve la opción de tener una excusa para ir en jeans, sandalias playeras y un polo ("sí, no sabes, disculpa las fachas, es que me vengo de la clínica, mi hermana está dando a luz"). Creo que me fue bien, pero siempre me va bien el problema es que "no tengo experiencia". Cómo demonios se supone que la tenga si... bueno, tal vez es solo una forma educada de decir: " no nos gusta cómo te vistes". Cuatro horas de labor y una cesárea después (sí, las cuatro horas fueron por puro deporte), todo había terminado. Sus encías desnudas, mis manos, mis labios y mi nariz replicados en ella formaron un precedente: levantarse a las 5 de la mañana puede ser una buena forma de comenzar el día.

4 comentarios:

*Luna* dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
*Luna* dijo...

creo que en estos casos se dice algo asi como ... "felicidades".

Jorge dijo...

has desaparecido...

entre las nubes?

ausente...

el silencio me deja sordo..

Nefelibata dijo...

tenía ganas de hacer sentir mi ausencia.